Una tarde de verano, me detuve a observar el suelo de una baldosa. Muchas siluetas se cruzaban una y otra vez. Parecían seres extraños que se venían hacia mí.
Desde entonces empecé a perseguir este mundo de sombras. Buscaba efectos y sus posibles encuadres, mientras ellas pasaban como imagenes intangibles de una realidad paralela.
En esta muestra fotográfica, quise captar y retener las mágenes de diversos personajes: anónimos transeúntes que conviven y compartes en una hora específica, un mismo espacio de sombras...
Desde entonces empecé a perseguir este mundo de sombras. Buscaba efectos y sus posibles encuadres, mientras ellas pasaban como imagenes intangibles de una realidad paralela.
En esta muestra fotográfica, quise captar y retener las mágenes de diversos personajes: anónimos transeúntes que conviven y compartes en una hora específica, un mismo espacio de sombras...
ANDRES CARRASCO A.
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