“Y sin embargo, se mueve”... O Acerca del Desnudamiento social telúrico


3:35 AM, el piso se movía esa temible madrugada, sentíamos un tajo terrestre bajo los pies a lo largo de nuestra estilizada geografía, arrasando, meneando los huesos y las estructuras varias alrededor, como un crujir de piedras y fuegos internos, acomodándose las tetas o las tripas la pachamama, tanto la mordemos tanto nos zamarrea.

Segundos de certeza interior, que somos pequeñísimos y vulnerables ante la fuerza de los elementos naturales, la angustia por los seres queridos, quebrazón de espejos, artefactos, ventanas y nervios, telefonía de punta colapsada, oscuridad. Réplicas.

La armada improvisando despachos erróneos o “mal interpretados” y “poco claros” acerca del peligro de tsunamis, en algunas zonas solo carabineros con ese sentido común u olfato de paco logró salvar muchas vidas con sus megáfonos coordinados con bomberos con la orden de subir desde la planicie.

Funcionarios del Estado que chocaban en coordinaciones truchas cuando se debe improvisar un pésimo país en cuanto a su planificación en caso de catástrofe. Se dice que no hubo comunicaciones, sin embargo Radio Bío Bío seguía transmitiendo (incluso la salida de madre del intendente de la zona llamando a bajar de los cerros), la compañía de teléfonos también tenía medios, nadie coordina, a nadie se le ocurrió que por ahí se puede canalizar la información, “el que sabe sabe y el que no es asesor”.

Aislados del mundo y con nuestras propias islas internas, cero regionalización y autonomía para enfrentar emergencias. Con un desparpajo se comunica que “ya no seremos ese país desarrollado que planificábamos, no por el momento”, que venta de pomada más histórica y enervante, “país en vías de desarrollo”, “país emergente”, qué basura nos venden, y compramos.


¿Dónde está el comandante de la Compañia de bomberos? respuesta: anda en el sur arreglando antenas privadas de un pituto que tiene.

¿Dónde está el Comandante de la policía? respuesta: salió a inspeccionar la red de seguridad privada de las bodegas comerciales que cuida en sus horas libres.

¿Dónde está el Jefe de Salud? respuesta: el "doc" fue a ver el estado de su clínica particular y abandonó el consultorio público.


En Chile como en tantas partes y durante tantos siglos, se reflejan las mezquindades de quienes construyen zonas diferenciadas, regionalización detenida en el acuerdo de los dueños del país por zona, familia o cadena comercial, poca o nefasta fiscalización…Un país sin seguros de vivienda que deja a medio mundo en pelotas, porque muchas familias perdieron su “terreno” virtual en edificios construidos a la maleta, es decir abaratando costos con el tipo de material antisísmico, sobre terrenos inseguros, etc. Donde hay también responsabilidad de los municipios y de ciertos funcionarios que seguramente algo deberán responder a la hora de justificar la negligente o corrupta fiscalización.

Hay imágenes terribles, desde la destrucción, cadáveres y saqueos, además del Estado de Sitio aplicado en zonas donde el descontrol es la semilla rancia que han plantado en la conciencia social chilena, no permitirle la capacidad de coordinación y participación a la gente es anularla, la histeriza frente a la delincuencia que repleta la televisión a diario. El saqueo tiene ciertas justificaciones, se le preguntaba a un lugareño de Talca del porqué su vecino robaba una estufa en vez de comida, el compatriota responde que su vecino la verdad, nunca ha podido tener una. Otro arrasando con un saco de harina manifiesta a los micrófonos que “Piñera se lo regaló”.

La ley del más fuerte se abre a codazos en las estanterías, pero no es necesario sacar a los militares a la calle, sino es para rescatar heridos, controlar los medios energéticos y repartir la ayuda. La gente puede organizarse, se demostró en el terremoto del año 85, la cultura de las ollas comunes en plena dictadura, generó prácticas de liderazgo y acuerdo común en muchas poblaciones derrumbadas y también amenazadas por dos o tres pelagatos que asaltan y se aprovechan de la desgracia ajena.

Ante la obvia pregunta de un reportero de que si estaba contento porque llegaba comida al lugar, un niño sonríe con esa inocencia lúcida y notable de los infantes y le responde entre risas – Si poh, estoy contento porque llegó la comida. Nada más, nuestros hijos y los del vecino están asustados, y nos ven solidarios pero sospechan que es a medias, que los privados son amarretes porque dicen que donarán alimentos, pero pasarán factura de la mayor parte, verán espectáculo televisivo y rostros rimbombantes de la estulticia televisiva de siempre lloriqueando sobre las tetas bien escotadas, interrumpiendo su entelequia barata por fracciones de tiempo y señores elegantes donando productos, recibiendo publicidad y más premios de rebaja en sus impuestos.

Todo sirve por la desgracia de nuestros hermanos del sur, incluso la oferta de los medios y las cuentas bancarias, como la ayuda cagona de la comunidad internacional de países “Sobre Desarrollados”, todo.

Total ya sabemos que en unos años más se profundizarán las recriminaciones mutuas en la clase dirigente pero no ocurrirá nada, cero réplica organizacional solo ofertones de siempre.

Estáticos, como postes de luz, mientras la Tierra se sigue moviendo

Luis E. Barahona

0 comentarios: